Luis Trigo
Cuando en televisión, en los diarios o en los medios de comunicación nos hablan del PIB ( Producto Interno Bruto), nos dicen que Chile tiene una tasa de crecimiento de 3,5% y que se espera que siga creciendo a un 4,4%, que los países desarrollados crecen aproximadamente a un 7% como mínimo y que la tasa de desempleo está bajando a un 5%, nosotros nos sentimos grandes y que estos índices demuestran nuestra posibilidad de convertirnos en un país desarrollado y, peor aún, algunos piensan que en general el mundo no está tan mal. En este sentido, de una manera más crítica surgen una serie de cuestionamientos, ¡Los índices económicos demuestran realmente el desarrollo en un país?, ¿Podemos confiar en estos datos y vivir felices?, entonces podría decir rotundamente que no, ya que nos olvidamos de los índices que nos revelan que la realidad es otra. El desarrollo humano es imprescindible para tener una perspectiva de lo que realmente se oculta en los países. Preocuparse por el desarrollo humano es pensar en que el humano pueda vivir en un entorno en el que pueda crecer espiritualmente y físicamente, sin tener el miedo de que mañana no pueda comer, estudiar o simplemente vivir dignamente con todas las posibilidades de surgir y vivir, no sobrevivir. Así, de esta manera existen muchas organizaciones que se preocupan del desarrollo humano y que se encargan de investigar la situación de vida de los habitantes del, en este caso hablo específicamente del PNUD (Plan de Naciones Unidas para el Desarrollo). De este modo, el desarrollo humano sigue planteando grandes desafíos para el futuro, pero mientras existan niveles inaceptables de privación de la vida, se tiene que seguir trabajando por el desarrollo humano.
Según el Informe de desarrollo Humano 2001 (PNUD), de los 4.600 millones de habitantes de los países en desarrollo, más de 850 millones son analfabetos, casi 1.000 millones carecen de acceso a fuentes de agua potable, y 2.400 millones no tiene acceso a servicios sanitarios básicos. Cerca de 325 millones de niños y niñas no asisten a la escuela. Además, 11 millones de niños menores de 5 años mueren cada año, es decir, más de 30.000 niños cada día, por causas que podrían evitarse. Alrededor de 1.200 millones de personas viven con menos de 1 dólar al día. 34 millones de personas que viven con VIH/SIDA, 2,2 millones de personas mueren anualmente. Mientras que en los países que pertenecen a la OCED (Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico), los que representan a EEUU, países de Europa Occidental y los países emergentes de Asia, tienen índices de igual consideración que los anteriores. El 15% de adultos que son analfabetos, 130 millones de personas en la pobreza de ingreso, 8 millones de personas desnutridas y 1,5 millones de personas que viven con VIH/SIDA. Esto dicho a priori lo comparamos con Asia Meridional: la tasa de alfabetización de adultos se mantiene en el 55% y en C es del 60%, muy por debajo del medio del 73% para los países en desarrollo. La esperanza de vida al nacer en Africa Subsahariana sigue siendo a penas de 48,8 años de edad. Por otra parte, la proporción de la población que vive con menos de 1dólar al día asciende al 46% en Africa Subsahariana y al 40% en Asia Oriental y el Pacífico y en América Latina.
Estos índices muestran un atisbo de lo que es la realidad mundial, pero no menos considerable, entonces sólo nos queda abrir los ojos y dejar de pensar tan sólo en uno mismo, ya que aún existe gente que quiere vivir y no sobrevivir.